INGREDIENTES
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Leche: 1
litro
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Maicena: 150 gr
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Azúcar: 150 gr
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Azúcar avainillada: 1 cucharadita
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Canela: 1 rama
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Peladura de 1 limón
Para rebozar y
freír:
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Huevos: 2
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Harina
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Azúcar
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Canela en polvo
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Aceite de girasol
PREPARACIÓN
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En un cazo ponemos 2/3
de la leche a calentar sin que llegue a hervir con la canela en rama, la
cucharadita de azúcar avainillada y la peladura del limón, cuando esté a punto
de hervir la retiramos del fuego, tapamos el cazo y dejamos reposar unos 15-20
minutos.
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Entretanto en un bol
mezclamos la maicena y el resto de leche fría (no se disuelve bien si está
caliente), mezclamos bien con unas varillas.
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Colamos la leche del
cazo a otro cazo limpio, añadimos el azúcar y la leche con maicena mezclamos
bien.
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Ponemos el cazo a
fuego medio- bajo sin dejar de remover con las varillas hasta que espese,
removiendo entonces enérgicamente para que no se formen grumos.
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Untamos un molde con
aceite de girasol (el tamaño del molde ha de ser suficiente para que la masa
tenga unos 2-3 cm de grosor), luego vertemos la mezcla en él.
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Dejamos enfriar a
temperatura ambiente, tapamos con film transparente y metemos al frigorífico un
mínimo de dos horas (mejor dejarlo de un día para otro) hasta que la mezcla
haya cuajado completamente.
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Cortamos en
porciones la masa cuajada, rebozamos pasándola primero por harina y luego por
huevo batido.
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Freímos los trozos
en el aceite de girasol muy caliente, hasta que estén dorados.
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Ponemos después la
leche en un plato con papel de cocina, para absorber el exceso de aceite.
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Espolvoreamos los
trozos con azúcar mezclada con canela en polvo, servir estando aún tibia.
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